Buenas, voy a aprovechar que pasaba por aquí...
Las disonancias en un acorde son el kit de la "tensión" de éste. De este modo, los antiguos componían sólo por intervalos puros de 5ª y 8ª, en el renacimiento se respetaban ya las 3ª y 6ª, en el barroco ya hay 7ª y dominantes (con el nacimiento de la tonalidad) que se amplían en el clásicismo, en el romanticismo llega el estudio de los acordes subdominantes... Toda la evolución musical se debe en gran parte a la incorporación de nuevos sonidos, de ahí que hoy encontremos historias con cuartos de tono y esas cosas.
De ahí que lo de nota a evitar hoy en día no creo que sea algo que exista, otra historia es si quieres meter una modulación por enarmonía con un acorde de sexta aumentada componiéndo algo barroco, ahí sí que hay cosas a evitar... pero por el estilo de composición, que tiene sus requisitos históricos, por así decirlo.
En cuanto a la incorporación de una nota "extraña" en cualquier acorde lo único que hay que saber es cómo tratarlas. Puedes meter la 4ª sin que sea un acorde "sus", sino como retardo de la 3ª o apoyatura de la 5ª, y será disonante, pero al resolver se apaña. Así puedes meter la 2ª igual respecto a la I o a la 3ª, etc. Todo ésto se enriquece si caemos en alterar éstas notas. Siempre que alteres ascendentemente(#) la nota debe resolver en su inmediata superior, y ocurre a la inversa si lo haces de modo descendente (b).
¿A qué se pueden deber éstas alteraciones? Pues a alguna progresión cromática (tomando la nota alterada como apoyatura o retardo de la real): ejemplo - Si venimos de una secuencia en Do Mayor: ... - II (con el fa natural) - I (Fa# que resuelve en Sol a lo largo del acorde de Do Mayor) Así tenemos una progresión fa-fa#-sol. Un ejemplo parecido con bemoles: La menor - ... - V (con el Si natural) - I (Sib - La) y retardamos la fundamental con el Sib sonando en un acorde de Lam... Como ves las posibilidades son infinitas.
Así mismo, junto a ésto debemos tener en cuenta las notas tenedenciales: resolver las sensibles de modo ascendente, las séptimas y novenas descendentes... etc.
Ya tienes excusas de sobra para meter las notas que te dé la gana en un acorde.

Si junto a todo ésto metemos el concepto de politonalidad, puede sonar cualquier cosa, jeje.
Como último ejemplo el acorde llamado de "sobretónica" que consiste en retardar la sonoridad de la tónica superponiendo el acorde de dominante: En DoMayor - I - V - y el último primero tiene varias opciones: Con el Do como nota grave para hacer el ejemplo más sencillo - Do - Sol (que se mantiene) - Si (que resolverá en Do) - Re (que resolverá en Mi o en Do a gusto del consumidor) - E incluso Fa (que resolverá en Mi por ser la 7ª y deber descender). En éste acorde puedes quitar notas y poner... Do - Mi - Sol - Si (a Do) - Re (a Do o a mi) - Fa (a Mi) /Do - Mi - Si (a Do) / Do - Fa (a Mi) - Sol - Si (a Do)... etc... Lo carácterístico de éste acorde es la disonancia entre la sensible y la tónica sonando simultáneamente. También se puede aplicar al resolver dominantes secundarias o modulaciones...
Espero que te sirva la explicación, que he venido sólo de visita dos días y me vuelvo a pirar hasta Dios sabe cuándo y no me queda rato para forear a gusto... snif!!