Al principio te entra el miedo, por no decir pánico de si merece la pena probarla, porque como te guste... tú vida ya no volverá a ser la misma. Te levantaras cada mañana con ese jodido ataque de GAS, y volverás a calcular si vendiendo hasta el alma, aparte de tú equipo, y los dos riñones llegas a los 6000€.
He de decir, que la construcción era simplemente impecable, con un sonido espectacular, pero subjetivamente no me parecio muy superior a guitarras de 2500 €.
Quizás un muy buen guitarristas valore ese plus de 3500€ más, o quizás no.
Al llegar a casa, y ver mis guitarras se me escapó una sonrisa, y un suspiro de tranqulidad.
Hay que ser feliz con lo que tenemos, y sobre todo disfrutar tocando. Ahh! y no probar nunca jamás guitarras de esos precios.
P.D Aunque la marca y el modelo es lo de menos, se trata de una Gibson Les Paul Custom Shop.