Entre temporal y temporal, le hemos podido meter algo de mano a la pala.
Sobre la nitro negra y antes de aplicar el decal, hay que dar una mano de laca. De esa forma el decal "flota" entre manos de nitro y se "funde" correctamente. Si se pega directamente sobre la nitro negra, el brillo que debía aporta la laca en la zona del decal no está, y el de la propia calcomanía va a diferir, con el consecuente halo o nube.
Con la laca seca, se recorta el decal, lo sumergimos en agua y lo dejamos un minutillo para que al aplicarlo se desprenda fácil del papel. Mojamos la pala, y con mimo aplicamos el decal sobre la misma deslizando el papel de debajo. Lo desplazamos y centramos en la posición deseada y una vez hallada la posición, con papel de cocina absorvemos el agua con cuidado de no mover la calcomanía. Al eliminar el agua, el decal se queda pegado y no da opción de volver atrás, así que vale la pena tomarse el tiempo necesario para centrar el logo antes de secarlo con el papel.
Una vez seco, volvemos a darle otra mano de nitro. Aprovecho el buen tiempo para "cargar" bien de primer la tapa y rellenar bien las muescas que le dejé al eliminar el goldtop...
Primer lijado fino al agua para eliminar poco a poco la "piel de naranja" y el "escalón" en el contorno del logo. Ojo con la lija. Si llegamos a la propia calcomanía o la nitro negra, la habremos liado y toca volver a empezar.
Segunda mano de nitro:
Prácticamente con la segunda mano de laca ya, los bordes ni se aprecian y el acabado va cogiendo buen aspecto.
Solo queda repetir el proceso laca-lija hasta dejarla perfecta con el pulido final. El acabado tan nítido y con aspecto tan "nuevo" no sé si me convence, por lo que puede que prueve con la laca vintage ambar para darle un toque añejo... ya iremos viendo.
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