La pulidora, además de más ergonómica y trabajar a menos revoluciones y de forma más controlable que el taladro, hace un movimiento excéntrico similar al del pulido manual, por eso los resultados son más uniformes y, en general, mejores. Aunque obviamente es una herramienta muy específica y no se justifica su compra para un uso ocasional. El taladro es muy versátil y una herramienta imprescindible en cualquier casa. Con los taladros percutores y atornilladores con par regulable, dos velocidades y reversibles y el accesorio adecuado puedes hacer casi cualquier cosa. Hay que tenerlo.