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#409
Conozco a una persona, un antiguo profesor mío de la escuela, que diría que es un enorme entendido en música.
Una conversación con ese señor vale su peso en oro. Y no tiene idea alguna de solfeo.
A mi Mozart en cambio si que me llega, aunque lo escucho poco en estos momentos. Pero mi vida no sería igual sin alguno de sus conciertos de piano, óperas o cámara.
Por cierto, todavía no la he visto. Acaban de sacar el biopic del tito Ludwig en Filmin. La tengo reservada para esta noche.
Hola compañeros, acabo de subir esos ejercicios de contrapunto que cité.
La verdad, que salvo el 1.07 que tiene una frase super larga, los demás no dejan de ser ejercícios.
Están exportados desde el editor de partituras.
Sobre lo de Mozart, bueno, para mí tiene muchas lecturas. Y es loable que no guste, pero creo que Mozart era un genio, sobre todo porque podía hacer con su pluma todo aquello que quisiera. Podia hacer que gustara su música, podía mofarse de los músicos de la orquesta o del director, podía mofarse de los gustos cansinos de la época. Pero para mí hay un momento de Mozart, en donde después de tanta cadencia predecible, que es una cadencia a la que a él le obligaban a escribir. En donde él habla como si fuera el mismo Dios del universo y eso para mí, ya no tiene nada que ver con gustos. Para mi es algo que ni me gusta ni me disgusta. Es ante todo admiración sin criterio. Mozart es Mozart.
Por cierto, enterrado en una fosa común, por una sociedad que ahora se nutre de su música. Comercia con sus interpretaciones, y se hace camisetas y esculturas para quedar bien...
Saludos
#415
Muy cierto, para mí era un cachondo con una pluma divina. Sus excentricidades musicales, muy de ellas predecibles, son cansinas. Pero yo quiero creer que el estaba hasta las narices, por no decir otra cosa de las exigencias de sus mecenas. Y escribía aquello que le pedían, con un sarcasmo musical que no tiene fin, por eso puede cansar Mozart. Pero si lo escuchas bien, hay un momento en una maraña de cadencias de 1º de composición, que solo son una y otra vez, cadencias predecibles. Para todos aquellos que quería saciar que tenían aquel mal, gusto por la música... después de esas cadencias, esos momentos en donde el violín, está como desbocado a hacer frases predecibles, aparece un momento...
......
Un momento divino, en donde se abre el Sol, y donde Mozart dice con su pluma (o quiero creer que dice con su pluma):
"Toda esta música facilona, es lo que queréis y aquí la tenéis, ahora os escribiré un pasaje para demostraros que yo "Mozart" soy Dios en la tierra".
Creo que ese momento en que Mozart, revienta la partitura con pasajes que ni el siglo XXI va a entender nunca, ni por mucho contemporáneo que se invente, etc.
Por eso, para mí Mozart, es más que un gusto o no gusto.
Saludos y gracias por escribir.
#416
Hola, evidentemente. Eso es una enfermedad que tiene la sociedad. Cuando se infravalora un artista en vida, hasta dejarlo en la pobreza. Debería haber una ley que prohibiera el disfrute de su obra después de muerto/a.
Van Gogh, Mozart. Y otros muchos que ni se sabe...
Lo que les pasó es que tuvieron que estar muertos, para que la sociedad los admirara... eso es triste.
Saludos