Bueno, pues lo prometido es deuda...
Tras lijar con 220, limpié el cuerpo a conciencia primero con gasolina, luego con alcohol mineral, y finalmente con amoniaco y agua templada.
Ya humedeciendo la madera, se deja ver el brillo de esta, tanto en la tapa...
Como en el fondo...
La dejé secar una noche, para que se evaporara bien todo...
Aquí se ve cómo iba volviendo el color apagado según se secaba...
Al día siguiente, primera capa de wash coat. Esta se aplica para servir de separación a la madera (y al tinte si la teñimos) del resto de las capas de acabado. En este caso me va a servir para crear una pelicula que evite que la madera absorba el agua de la pasta cubre poros. De esta forma esta no se desidratará demasiado rápido "encogiéndose" y saliendose de los poros.
La primera capa se la bebió la madera que fue un visto y no visto...
Aún así, se ven salir ya los tonos brillantes de la madera... la tapa de cedro ha tomado un tonillo amarillento que me encanta...
Tras una hora y media, he añadido una segunda capa de wash coat. Esta vez metí un globo hinchado en la boca para evitar que el interior se termine llenando de laca... y así ha quedado...
Como podéis ver, por el momento esta capa no queda brillante, si acaso satinada... pero no es la intención. Sobre esto, mañana, cuando esté bien seca, añadiré la pasta cubre poros algo más oscura que la caoba, para resaltar el grano, y sobre eso, sí aplicaré ya capas de selladora nitro, dirigidas a igualar y engrosar el acabado.
Ya os voy contando!