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En este capítulo del curso vamos a introducir los acordes por antonomasia en el mundo del jazz y las extensiones que podemos aplicarles para obtener una mayor gama de sonidos. En primer lugar comentar la importancia que tienen estos acordes, pues la séptima y la tercera forman el esqueleto básico de cualquier acorde, pudiendo acompañar un tema entero sin perder su carácter con tan solo estas dos notas. Esto es posible dado que normalmente otro instrumento se ocupa de tocar la tónica del acorde (Típicamente un bajo o un teclado).
Acordes de séptima
Para encontrar la séptima de un acorde utilizaremos el mismo método que usamos para formar las tríadas, añadiendo a éstas últimas una tercera mayor o menor. Los más importantes son los siguientes:
- Acorde de 7ª mayor (maj7, ma7, Δ) = Tríada mayor + tercera mayor
- Acorde de 7ª menor (min7, m7, -7) = Tríada menor + tercera menor
- Acorde dominante (7) = Tríada mayor + tercera menor
- Acorde semidisminuido (m7b5, ø) = Tríada disminuida + tercera mayor
- Acorde disminuido (dim, o) = Tríada disminuida + tercera menor
- Acorde menor-mayor (min-maj, min(maj7), - Δ) = Tríada menor + tercera mayor
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Convendría practicar ahora los acordes anteriores haciendo uso de un fake-book, libro donde se recoge una ingente cantidad de standards o temas de Jazz que han tenido y tienen gran popularidad entre los practicantes del estilo. Algunos de los temas sugeridos para empezar son Autum Leaves y Blue Bossa. Explorando algunos de estos standards podemos encontrar notación que no conocemos, por ejemplo, si sustituimos la tercera de un acorde por su cuarta tenemos lo que se conoce como como acordes suspendidos (sus) y si nos encontramos alguna de estas alteraciones (#5, b5, #9,b9) obtenemos los acordes alterados (alt), que suelen ser dominantes.
En este punto del aprendizaje vale la pena mencionar que en el Jazz, por lo general, podemos intercambiar los acordes de las partituras que encontremos por otros de la misma familia, de forma que cuando veamos escrito en una partitura algo como Gmaj7(#11) podemos tocar Gmaj7, o incluso la tríada de G mayor pero por ejemplo no sería muy apropiado tocar Gmaj6, pues la sexta y la onceava son la misma nota y en la notación tenemos una onceava aumentada, lo que podría ocasionar un choque de trenes entre dos instrumentos tocando la parte armónica de un tema. Así mismo podemos cambiar la armonía básica de la canción añadiendo, quitando y sustituyendo acordes, esto último se conoce como rearmonización y lo veremos con detalle en futuros artículos.
Extensiones superiores
Como hemos visto hasta ahora el proceso de crear acordes coloridos y complejos simplemente consiste en ir añadiendo notas a aquellos que ya conocemos. Como las escalas diatónicas solo tienen 7 notas, podemos continuar añadiendo terceras mayores y menores para encontrar las extensiones superiores de las cuatro principales familias de acordes. Las que mejor funcionan son las siguientes:
Extensiones mayores: 9 – #11 – 13
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Extensiones menores: 9 – 11 – 13
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Extensiones dominantes: 9 – 11 – 13
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Extensiones semi-disminuidos: 9 – 11 – 13b
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Nótese que no es necesario incluir todas las extensiones a la hora de colorear un acorde, por ejemplo, para el acorde Dmaj13 podemos tocar Dmaj7 y añadir la treceava de D, pero también podemos incluir la novena y la onceava. Además, como ya sabemos, todos los acordes, incluidas las extensiones de éstos pueden ser invertidos, por lo que tenemos una mayor paleta tonal para elegir en cada caso. Por supuesto las extensiones deben ser añadidas con cuidado y mesura, pues se corre el riesgo de crear una disonancia no buscada con la melodía del tema.
Por último, quiero añadir que aunque estas son las se consideran más “correctas” no hay nada que nos impida utilizar extensiones diferentes, pero debemos tener en cuenta que de hacerlo, es posible que modifiquemos la armonía del tema, saliéndonos del dominio diatónico, veremos el significado de esto último en la próxima entrega.
Para finalizar este artículo me gustaría mandar como ejercicio tratar de acompañar un tema de nuestro fake-book utilizando, primeramente, tan solo la tercera y la séptima de cada acorde y posteriormente añadir a éstas las diferentes extensiones que podemos utilizar.
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Publicado originalmente en aidenfoxmusic.com | www.guitarristico.com
En este capítulo del curso vamos a introducir los acordes por antonomasia en el mundo del jazz y las extensiones que podemos aplicarles para obtener una mayor gama de sonidos. En primer lugar comentar la importancia que tienen estos acordes, pues la séptima y la tercera forman el esqueleto básico de cualquier acorde, pudiendo acompañar un tema entero sin perder su carácter con tan solo estas dos notas. Esto es posible dado que normalmente otro instrumento se ocupa de tocar la tónica del acorde (Típicamente un bajo o un teclado).
Acordes de séptima
Para encontrar la séptima de un acorde utilizaremos el mismo método que usamos para formar las tríadas, añadiendo a éstas últimas una tercera mayor o menor. Los más importantes son los siguientes:
- Acorde de 7ª mayor (maj7, ma7, Δ) = Tríada mayor + tercera mayor
- Acorde de 7ª menor (min7, m7, -7) = Tríada menor + tercera menor
- Acorde dominante (7) = Tríada mayor + tercera menor
- Acorde semidisminuido (m7b5, ø) = Tríada disminuida + tercera mayor
- Acorde disminuido (dim, o) = Tríada disminuida + tercera menor
- Acorde menor-mayor (min-maj, min(maj7), - Δ) = Tríada menor + tercera mayor
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Convendría practicar ahora los acordes anteriores haciendo uso de un fake-book, libro donde se recoge una ingente cantidad de standards o temas de Jazz que han tenido y tienen gran popularidad entre los practicantes del estilo. Algunos de los temas sugeridos para empezar son Autum Leaves y Blue Bossa. Explorando algunos de estos standards podemos encontrar notación que no conocemos, por ejemplo, si sustituimos la tercera de un acorde por su cuarta tenemos lo que se conoce como como acordes suspendidos (sus) y si nos encontramos alguna de estas alteraciones (#5, b5, #9,b9) obtenemos los acordes alterados (alt), que suelen ser dominantes.
En este punto del aprendizaje vale la pena mencionar que en el Jazz, por lo general, podemos intercambiar los acordes de las partituras que encontremos por otros de la misma familia, de forma que cuando veamos escrito en una partitura algo como Gmaj7(#11) podemos tocar Gmaj7, o incluso la tríada de G mayor pero por ejemplo no sería muy apropiado tocar Gmaj6, pues la sexta y la onceava son la misma nota y en la notación tenemos una onceava aumentada, lo que podría ocasionar un choque de trenes entre dos instrumentos tocando la parte armónica de un tema. Así mismo podemos cambiar la armonía básica de la canción añadiendo, quitando y sustituyendo acordes, esto último se conoce como rearmonización y lo veremos con detalle en futuros artículos.
Extensiones superiores
Como hemos visto hasta ahora el proceso de crear acordes coloridos y complejos simplemente consiste en ir añadiendo notas a aquellos que ya conocemos. Como las escalas diatónicas solo tienen 7 notas, podemos continuar añadiendo terceras mayores y menores para encontrar las extensiones superiores de las cuatro principales familias de acordes. Las que mejor funcionan son las siguientes:
Extensiones mayores: 9 – #11 – 13
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Extensiones menores: 9 – 11 – 13
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Extensiones dominantes: 9 – 11 – 13
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Extensiones semi-disminuidos: 9 – 11 – 13b
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Nótese que no es necesario incluir todas las extensiones a la hora de colorear un acorde, por ejemplo, para el acorde Dmaj13 podemos tocar Dmaj7 y añadir la treceava de D, pero también podemos incluir la novena y la onceava. Además, como ya sabemos, todos los acordes, incluidas las extensiones de éstos pueden ser invertidos, por lo que tenemos una mayor paleta tonal para elegir en cada caso. Por supuesto las extensiones deben ser añadidas con cuidado y mesura, pues se corre el riesgo de crear una disonancia no buscada con la melodía del tema.
Por último, quiero añadir que aunque estas son las se consideran más “correctas” no hay nada que nos impida utilizar extensiones diferentes, pero debemos tener en cuenta que de hacerlo, es posible que modifiquemos la armonía del tema, saliéndonos del dominio diatónico, veremos el significado de esto último en la próxima entrega.
Para finalizar este artículo me gustaría mandar como ejercicio tratar de acompañar un tema de nuestro fake-book utilizando, primeramente, tan solo la tercera y la séptima de cada acorde y posteriormente añadir a éstas las diferentes extensiones que podemos utilizar.
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Publicado originalmente en aidenfoxmusic.com | www.guitarristico.com