La serie de amplificadores '68 Custom fue lanzada en 2014, y basicamente son reediciones de combos vintage reinventados o rediseñados usando tecnologia moderna.
Fender acaba de añadir 2 nuevos combos a esta serie. Pro Reverb y Vibro Champ Reverb.
Es este hilo solo voy a céntrarme en el Vibro Champ Reverb, por una motivación personal, soy el feliz poseedor de un Vibro Champ de los años 70, mi primer ampli en todos los sentidos, el primero que adquiri, mi bautismo en el mundo guitarril y todavia hoy sigue siendo mi principal caballo de batalla, mi fiel compañero.
Para empezar, debo señalar que en esta caso concreto realmente no se trata de ningun Reissue, puesto que el Vibro Champ original nunca salio en versión Reverb, Se trata de un ampli con un mimetismo estético pero tripas bien diferentes.
A golpe de vista, respeta la apariencia del original. Un Silverface con panel de aluminio cepillado con letras en turquesa, perillas de sombrero de bruja, rejilla plateada, idéntica serigrafía incluyendo el guión antes de la palabra 'Amp'.
Pero hay terminan los parecidos.
Estos amplificadores fabricados en México usan PCB en lugar del cableado manual de los originales. El circuito incluye un trémolo pateado por válvula, pero se ha agregado reverb. Fender ha optado por un digital tipo Hall en lugar del tradicional tanque de muelles.
El interruptor de encendido esta vez está en la parte trasera y el testigo luminoso es de joya azul.
Sus características son:
Potencia: 5W
Controles: Dos entradas, volumen, agudos, graves, reverberación, velocidad de trémolo, intensidad de trémolo (Añade como es obvio una perilla adicional para la reverb)
Valvulas 2x 12AX7, 1x 6V6. Rectificador de estado sólido en lugar de valvular.
Altavoz Celestion G10R-30 (es un 10”, en lugar del tamaño 8” que trae el vintage original)
Mide 429 x 356 x 206 mm, pesa 9.25kg y su precio supera los 800 €ureles (tampoco he comparado mucho).
Tuve la oportunidad de probar uno en tienda.
Hasta el 5 de volumen, el tono que ofrece es limpio, agradable y suave. A partir de ahí empieza a romper de forma progresiva aunque contenida.
Los graves no son demasiado contundentes, pero tampoco se le puede acusar de tono estridente, aunque su personalidad cambia a medida que aumenta el nivel de reverberación, pudiendo llegar a ser aspero y agresivo. En mi opinion unas valvulas vintage podrian ser una mejora a valorar.
Su sonido es decente y se come bien los pedales de efectos. En ese aspecto no difiere apenas del tono que saca el Princeton Reverb de la misma familia.
Quizas la reverb, se aleja de lo que se podria esperar de ese alma que aporta una tradicional reverb Fender a muelles, pero en general consigue ese tono típicamente fenderiano.
El tremolo si que es reconocible y presenta ese ADN de Fender que algunos tanto apreciamos.
El sonido valvular esta bien conseguido y es una opción a tener en cuenta si se necesita un ampli fácilmente transportable por tamaño y peso, ideal para tocar en casa, local o incluso para bolos en pequeñas salas.
Puede dar respuesta a músicos que sin renunciar al sonido clásico buscan prestaciones modernas, aunque posiblemente no convencerá tanto a los puristas amantes del vintage.
El precio puede parecer excesivo, teniendo en cuenta otras opciones del mercado.
Fender acaba de añadir 2 nuevos combos a esta serie. Pro Reverb y Vibro Champ Reverb.
Es este hilo solo voy a céntrarme en el Vibro Champ Reverb, por una motivación personal, soy el feliz poseedor de un Vibro Champ de los años 70, mi primer ampli en todos los sentidos, el primero que adquiri, mi bautismo en el mundo guitarril y todavia hoy sigue siendo mi principal caballo de batalla, mi fiel compañero.
Para empezar, debo señalar que en esta caso concreto realmente no se trata de ningun Reissue, puesto que el Vibro Champ original nunca salio en versión Reverb, Se trata de un ampli con un mimetismo estético pero tripas bien diferentes.
A golpe de vista, respeta la apariencia del original. Un Silverface con panel de aluminio cepillado con letras en turquesa, perillas de sombrero de bruja, rejilla plateada, idéntica serigrafía incluyendo el guión antes de la palabra 'Amp'.
Pero hay terminan los parecidos.
Estos amplificadores fabricados en México usan PCB en lugar del cableado manual de los originales. El circuito incluye un trémolo pateado por válvula, pero se ha agregado reverb. Fender ha optado por un digital tipo Hall en lugar del tradicional tanque de muelles.
El interruptor de encendido esta vez está en la parte trasera y el testigo luminoso es de joya azul.
Sus características son:
Potencia: 5W
Controles: Dos entradas, volumen, agudos, graves, reverberación, velocidad de trémolo, intensidad de trémolo (Añade como es obvio una perilla adicional para la reverb)
Valvulas 2x 12AX7, 1x 6V6. Rectificador de estado sólido en lugar de valvular.
Altavoz Celestion G10R-30 (es un 10”, en lugar del tamaño 8” que trae el vintage original)
Mide 429 x 356 x 206 mm, pesa 9.25kg y su precio supera los 800 €ureles (tampoco he comparado mucho).
Tuve la oportunidad de probar uno en tienda.
Hasta el 5 de volumen, el tono que ofrece es limpio, agradable y suave. A partir de ahí empieza a romper de forma progresiva aunque contenida.
Los graves no son demasiado contundentes, pero tampoco se le puede acusar de tono estridente, aunque su personalidad cambia a medida que aumenta el nivel de reverberación, pudiendo llegar a ser aspero y agresivo. En mi opinion unas valvulas vintage podrian ser una mejora a valorar.
Su sonido es decente y se come bien los pedales de efectos. En ese aspecto no difiere apenas del tono que saca el Princeton Reverb de la misma familia.
Quizas la reverb, se aleja de lo que se podria esperar de ese alma que aporta una tradicional reverb Fender a muelles, pero en general consigue ese tono típicamente fenderiano.
El tremolo si que es reconocible y presenta ese ADN de Fender que algunos tanto apreciamos.
El sonido valvular esta bien conseguido y es una opción a tener en cuenta si se necesita un ampli fácilmente transportable por tamaño y peso, ideal para tocar en casa, local o incluso para bolos en pequeñas salas.
Puede dar respuesta a músicos que sin renunciar al sonido clásico buscan prestaciones modernas, aunque posiblemente no convencerá tanto a los puristas amantes del vintage.
El precio puede parecer excesivo, teniendo en cuenta otras opciones del mercado.