GustavoTM escribió:
El idiota (o desgraciado) es el que no sabe usarlas (
no por haber consumido, sino por excederse y hacerse daño). Si pusiera determinada cantidad de agua potable a tu disposición, te la bebes y te
mueres por intoxicación, quién es el idiota? ¿El que "inventó" el agua?
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LuisMars escribió:
Las cifras de daños de ese estudio son de coña. Un 2,3 x 1000 roza la nada, hasta el mero azar provoca más contratiempos que el LSD. No quiero volver una vez más sobre la polémica de las drogas (aunque evidentemente lo estoy haciendo
), pero hay que demonizarlas lo justo y cada cual ha de ser consciente de lo que hace. Hoy en día la información es amplísima y hay que tenerlos cuadrados para ponerse a consumir "algo" y echarle la culpa a ese "algo" en vez de a uno mismo. ¿Si cruzo sin mirar y muero atropellado la culpa es del inventor del automóvil y el sistema vial? El que cruza sin mirar mejor que no cruce, pero los que miran a ambos lados son libres de hacerlo si quieren sin tener por ello que aguantar monsergas ni pagar los platos rotos de los inconscientes.
El consumo de drogas siempre ha sido un problema de libertad individual versus conveniencia social, y creo que en mi caso dejo mi postura bastante clara.
Un saludo.
P.D: Qué paradoja, por cierto, que este químico haya alcanzado los 102 años, ¿no? Pero bueno, qué bobadas digo, seguro que no probó la sustancia que él mismo sintetizó.
Hofman sintetizó por primera vez la dietilamida del ácido lisérgico en 1938, pero no descubrió sus efectos psicofarmacológicos hasta cinco años después, cuando accidentalmente ingirió la sustancia que, conocida como “el ácido”, se convirtió en símbolo para la contracultura de la rebelde década de 1960.
Luego tomó LSD cientos de veces, pero lo consideraba un psicotrópico potencialmente peligroso que exigía respeto. Más importante para él que los placeres de la experiencia psicodélica fue el valor de la droga como un apoyo revelador para contemplar y comprender lo que él veía como la unidad de la humanidad con la naturaleza. Esa percepción de unión, que llegó primero a Hofmann casi como una epifanía religiosa mientras aún era niño, dirigió una gran parte de su vida personal y profesional.
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México, D.F. (Recomiendo leer el texto completo antes de prejuzgar y decir burradas acerca de este hombre).]
Ups.
Soy plenamente consciente de que luego dice que es potencialmente peligrosa, pero también lo soy de las conclusiones de la unidad de la naturaleza que vienen después y que comparto. El importante equilibrio entre consciencia y riesgo ya lo deje claro con la metáfora del tráfico, así que no me repito más.