#8787
Lo comprendo perfectamente. Es que no lo quiero contestar
bueh, esa pregunta te la contesto.
Si me roban todas las guitarras me compro una recortada y le meto 37 tiros al ladrón, como lo pille.
Pero yo en realidad quería cantar como Steve Winwood, nunca quise tocar la guitarra como Hendrix, con lo cual lo de tocar la guitarra como un virtuoso me la sopla, con tocar regular me sobra para lo que yo hago con la guitarra (¿y para qué quiero un montón de guitarras buenas, entonces? para divertirme con ellas; me divierto una barbaridad, tocándolas, disfruto muchísimo; tocándolas, no mirándolas, no las colecciono, no hay nada de fetichismo: compro, vendo, cambio, si una me gusta más que la que tengo, vendo la que tengo, no me duelen prendas, y me pillo la que me gusta más; eso también me divierte, o puede ser un capricho, pues vale, es un capricho que me puedo permitir, y si no me lo puedo permitir, no me lo compro, aparte que eso es asunto mío y de nadie más).
Aparte, cuando me compraron mi primera guitarra (a mis 14 años), en realidad quería un piano, pero no cabía en casa. Para acabarlo de arreglar, antes de cumplir los 20, mi fabulosa voz de tenor infantojuvenil se fue al garete por culpa de un bulto que me salió en medio del cuello (nuez de Adán, dicen que se llama, mecagüen el tal Adán y su p. nuez). A lo mejor por eso me puse a estudiar piano con veintitantos años (y estuve más de 20 años cogiendo la guitarra como una vez cada 3-6 meses). O a lo mejor porque me entusiasmaba escuchar a Thelonious Monk y a Bill Evans. Vaya usté a saber por qué hace uno las cosas. Yo, más allá de que las hago porque me gustan, o me apetece, o no me quedan mas cohone, según lo que sea (p. ej. pagar impuestos, este año los impuestos me suponen prácticamente una Martin que no me voy a poder comprar, en los términos en que yo cuento las perras...
![:cry: :cry:](https://statics2.soniccdn.com/images/smilies/cry.gif)
) , otros motivos no suelo buscarle al asunto. Soy más de echarme p'alante, una vez que decido una cosa, que de marear la perdiz.
Lo cual no quita para que me lo pase muy bien tocando, p. ej., una Martin de 2 ó 3000 pavos. Muchísimo mejor que con la Ibanez que tenía antes, la Martin es infinitamente más cómoda de tocar, la puedo tocar dos horas sin que me duelan los dedos ni los tendones, cosa fundamental para mi, y suena de laaaaargo mucho mejor. Y no pienso vender las que tengo mientras pueda tocarlas (salvo que se me aparezca otra que me mole más, claro, y venda para comprar y tal y tal; lo que vale para ti, no tiene por qué valer para mi, ni viceversa, pero eso no es malo, al contrario, es lo que hace el mundo más divertido).
Os dejo, que voy a darle otra vuelta a esta cancioncilla, a ver si la grabo de una p. vez: