#12 Hola, muy buena respuesta. Yo lo del repertorio de veo de un modo complementario al tuyo. Para mí el repertorio está constituido por las canciones o fragmentos que sabes tocar con un principio, un desarrollo y un fin. Da igual si son dos o mil acordes, una melodía de una nota o de todas, lo importante es tocar cualquier tipo de pieza con un sentido musical. Por decirlo de otro modo, es aquello que tocas cuando estás delante de otras personas que te quieren escuchar, ya sea un concierto o la boda de un amigo en la que aparece una guitarra.
La idea es que te aprendes canciones y las tocas hasta la saciedad y que pasa... pues que si las tocas siempre igual te aburres. En cuanto le quieras hacer variaciones propias y novedosas, o añadir partes como bajos, melodías o ornamentos, o simplemente entender lo que haces de forma sistemática, te verás abocado necesariamente a tener herramientas que te permitan hacer todo tipo de variaciones de esas canciones y tocar otros temas más difíciles. Entonces técnica, teoría, expresividad, dinámica, articulación y todo lo que estudies estará guiado y enfocado a un determinado repertorio que quieras defender, que en otras palabras, es la música que haces.
Otro consejo también sería desarrollar tu oído. Y para ello nada mejor que transcribir. Cogerte una pieza asequible y dedicar un rato todos los días a sacártela clavada de oído. Esta práctica es insustituible.
La idea es que te aprendes canciones y las tocas hasta la saciedad y que pasa... pues que si las tocas siempre igual te aburres. En cuanto le quieras hacer variaciones propias y novedosas, o añadir partes como bajos, melodías o ornamentos, o simplemente entender lo que haces de forma sistemática, te verás abocado necesariamente a tener herramientas que te permitan hacer todo tipo de variaciones de esas canciones y tocar otros temas más difíciles. Entonces técnica, teoría, expresividad, dinámica, articulación y todo lo que estudies estará guiado y enfocado a un determinado repertorio que quieras defender, que en otras palabras, es la música que haces.
Otro consejo también sería desarrollar tu oído. Y para ello nada mejor que transcribir. Cogerte una pieza asequible y dedicar un rato todos los días a sacártela clavada de oído. Esta práctica es insustituible.