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Es que lo que tiene valor de colección lo adquiere por el mantenimiento de su funcionalidad; si no, lo que se vuelve es decoración vintage. Es la diferencia que yo hacía arriba entre una antigüedad y un vejestorio (campo aparte de la museología son las piezas arqueológicas; una cítara romana inservible, por ejemplo, que guarda valor por su excepcionalidad).
Eso que llamas carácter coleccionable viene determinado precisamente por la permanencia de un estado óptimo en el tiempo y no todo es coleccionable. Otra cosa es que la gente coleccione cualquier tontería inútil porque así se dan ínfulas pequeñoburguesas; pero vamos, coleccionar no es lo mismo que acumular trastos. El que amontone bolis Bic estará muy orgulloso de sus modelos de los sesenta y setenta, pero tiene una mierda, aunque se la valoren mucho sus colegas tan frikis como él; el que coleccione estilográficas Montblanc tiene una inversión, porque se seguirán revalorizando.
fernando s escribió:
hay valores seguros, como, obviamente, una les paul de los 50 o una strato de los 60
Insisto en lo de la función: si no suenan una mierda, no valen más que a lo sumo como decoración, y su valor económico nunca llegará al de unos instrumentos de la misma época en estado de revista.
Lo que dices del marqueting no es aplicable más que a los productos que se lanzan al mercado comercial; en el mercado de lo añejo la cotización viene dada por la valoración que hacen expertos (arqueólogos, anticuarios... músicos, en nuestro caso), y eso es en todos los campos: nadie hace marqueting de las motos Indian ni de los chelos Stradivarius (ya no se fabrican, por lo que ningún productor pretende colocarlos ventajosamente en el mercado de consumo), sino valoraciones expertas que le otorgan valor y a menudo tasación.
fernando s escribió:
ni maderas curadas ni gaitas
Bueno, pues eres tú contra la experiencia acumulada en el oficio de la construcción de instrumentos musicales de los últimos cinco siglos.