No te falta razón amigo, no obstante, todo ésto es un timo y los españoles, más incautos que ninguno pero que solemos ir de listillos, nos dejamos embaucar. De todas formas, la presión mediática para vender hipotecas hizo que los bancos, a los que a su vez les exigían más contratos hipotecarios, porque se las vendían a terceros, las famosas hipotecas subprime (hay una verdadera riqueza en documentales y escritos sobre esta gran estafa por la red), hizo que a cualquier incauto poco solvente le facilitaran una, total como el banco no se quedaba con ellas, le daba igual el riesgo de impago; más hipotecas, más ganancias vendiéndolas. Pero realmente nos engañaron y la crisis acabó con el nivel de vida de los que no podían pagarla pero también de los que en su momento sí. Veremos qué ocurre cuando el euribor vuelva a los niveles normales del 5 o el 6 %, la ruina absoluta de las familias, aún peor que ahora.
El problema de este país, es que la victoria de los fascistas en la guerra civil y los años de dictadura, expulsaron, mataron o encarcelaron a lo mejor de España, maestros, intelectuales, artistas, políticos de talla, obreros y campesinos, analfabetos, si, pero con ganas de cambiar las cosas de verdad y tantos otros. Quedando una masa, hagiógrafa del régimen dictatorial, ya sea oligarquía o clases populares desclasadas e impregnadas del nocivo nacionalcatolicismo o, simplemente por miedo a la represión, que permanecieron sumisas con ganas de olvidar, salvo excepciones como las huelgas industriales de los años 40 y de décadas posteriores acrecentadas hacia el final de la dictadura. Esta perdida de la inteligentsia y de las clases populares más ideologizadas, freno el avance real de nuesto país. Se creó un corralito castizo español de represión, pan y circo, fútbol, cartillas de racionamiento y extraperlo, en el que cada cual debía sobrevivir como pudiera, sin importarle el resto y, si había que denunciar al vecino pues mejor, más méritos. Lógicamente no se acabó con la solidaridad entre las personas, que se ayudaban mucho dentro de la pobreza generalizada que había, pero se fomentaba lo contrario. Y así estamos, desposeídos de lo mejor que había dado nuestra triste España, con la constitución más avanzada que hubo en el mundo, la del 31. Una España de esperanza y de gentes comprometidas que aún hoy día, generación tras generación, no hemos podido igualar.
Hará la crisis que recuperemos parte de nuestra conciencia???
