PA.LU.A (PaLuPe) escribió:
Somos mucho más católicos que las sociedades del norte de Europa.
No lo tengo muy claro, en eso hay algo de propaganda añadida (y de culpa asumida ), y no entra lo de la leyenda negra tan manida y tan para tapar nuestras mierdas.
En Irlanda hay un catolicismo más extremado, en parte por ser la isla pobre y ocupada durante tanto tiempo del archipiélago británico .
En Polonia..., vale, también porque era una forma de resistencia a la ocupación encubierta (incluso sin encubrir en un par de ocasiones) de la URSS.
Hay regiones del sur de Italia en las que podráis flipar, te escuchan hablar con acento véneto y llaman al cura de la procesión por agnóstico, ojo que luego los jóvenes se van a la
disco a meterse mano y fumar petas, que el catolicismo es muy permisivo con según qué cosas (con todas en realidad).
Es que hay una parte de cara a la galería (de teatrillo social/público/ceremonial) que les llama la atención a los protestantes; pero que no es ni la cuarta parte de integrista que lo que se le atribuye (pensemos en la semana santa, en Sevilla por ejemplo).
Recuerdo una escena en una vista a los museos vaticanos, iba con mi mujer y mi hija la músico. En una galería larga, no muy lejos de la rampa que da acceso a la Capilla Sixtina, iba una especie de manifestación con varias decenas (igual iban más de 100, los muy zanguangos), en formación rectangular, como una centuria de la Roma antigua, con una par de estandartes brocados, y cantando himnos (no se si a Dios, a la Virgen o a algún santo local barbudo, no lo se porque las lenguas eslavas no son mi fuerte, polaco no era, así que debía de ser checos o eslovacos). A parte de que, siendo de Logroño, y yendo con mi hija, eché algún juramento, me fui al final de la galería a protestarle al vigilante (sentado,
il poverino), por entender que tanta sobrecarga de uso podría comprometer el forjado, por mucho que hayan intervenido en esas alas del conjunto vaticano arquitectos como Bramante, o Stern (en sus etapas finales). El empleado se encogió de hombros, algo muy del catolicismo. Como aquel del bar de la explanada donde está la cafetería/restaurantillo cuando, al blasfemar por la cuenta de un panino (guarrete, sería bendecido) y una birra de tercio (una poretti creo), me sacudió 17 pavos... y me contesta el jodio: "es que la hace el mismo
Francesco por la noche".
Creo que fue en Colonia, percibí en la catedral un rigor y una especie de feligresía en guardia contra la contrarreforma que no había sentido en España.