Creo que los dos sistemas pueden convivir. Igual los músicos de gira prefieren llevar el simulador por comodidad o abaratar costes, pero eso no quita que puedan tener en su casa o en el local amplis valvulares para tocar cuando los apetezca.
Los aficionados pues igual dentro de lo que nos podamos o queramos permitir. Algunos ya lo tenemos desde hace años.
Tampoco creo que el Kemper sea la panacea. Comentaron páginas atrás sobre Knopfler y creo recordar que cuando salió la noticia de que lo iba a utilizar decían que había estado 6 meses él y su técnico seteando el aparato para sonar como querian... 6 meses! Supongo que no estarían todos los días. Por una regla de 3, ¿cuánto podría tardar yo en clavar una emulación de un Fender Tweed Deluxe con el Kemper, teniendo en cuenta que nunca he tenido un Tweed Deluxe en casa para saber bien cómo suena?.
Aparte, ¿creeís que el siguiente paso en estos apartos sea el reconocimiento por voz? Quizá se les pueda decir: "Kempexa, quiero sonar como Slash en un día de resaca, enchufao a un tal y tal, con un poco de esto y lo otro, y peña aplaudiendo de fondo!".
No estaría mal tampoco un simulador de público para llenar bien el local.