#4 Muchas gracias por la recomendación, Ricardo. Al final Jesús se ha animado a "sufrirme"
He leído todo el hilo y hay muchos aportes válidos de muchos compañeros. Cada uno tenéis una visión que se complementa con las demás y lo ideal sería hacer lo que todos exponéis... no os dejáis nada!
En mi modesta opinión y después de 35 años tocando y más de 23 como profesional, yo resaltaría varios aspectos:
-El rendimiento se optimiza siempre con un buen profesor. ¿Por qué? si la elección es buena, esa persona te llevará en línea recta sin perder el tiempo en cometer errores graves y tener que arreglarlos. Aun dejando que crezcas por tu cuenta paralelamente, quien ha recorrido el camino antes (aunque el de cada uno es siempre diferente al de los demás), sabrá o debería saber guiar al alumno en una formación equilibrada: teoría, práctica, creatividad, técnica, escucha activa, etc. Si uno se las apaña por su cuenta lo más seguro es que no sepa hacer una buena criba de material ni de objetivos, se enrede en cosas poco productivas, cometa errores y los fije y que además se estanque.
-Es muy cierto que las escuelas normalmente ofrecen "caramelos" para que el alumno se crea que mejora, tipo pentatónica menor a cascoporro desde las primeras semanas aunque no se conozca bien el origen, el uso ni la riqueza que puede ofrecer. Evidentemente el objetivo es enganchar al alumno. Haciendo suplencias en escuelas conocidas, todos los alumnos sufrían del mismo mal: tocar sin saber lo que tocaban y con carencias técnicas de posturas y de base.
-A menudo la gente piensa que un buen guitarrista será un buen profesor y para nada es cierto. Son cosas muy diferentes.
-Estoy muy de acuerdo que el jazz ofrece la más amplia gama de colores y recursos teóricos para desarrollar un amplio conocimiento de interválica, acordes, escalas, arpegios y muchos más conceptos.
-También estoy plenamente de acuerdo en que tocando temas no se aprende: se aprenden esos temas pero no a tocar. Los temas deben ser complemento y escaparate de lo aprendido; una forma de sacar a pasear en un formato compacto diferentes habilidades y recursos, donde tenemos un tiempo limitado de labor rítmica, solista, de diferentes sonidos (lo del sonido, pedales, sacar partido a la guitarra, pastillas, etc., es otro melón), y donde debemos ESCUCHAR lo que ocurre. Siempre recomiendo cuando se toca en banda o con bases escuchar y sentirse una pieza del engranaje. Si no se escucha y se complementa lo que hacen los compañeros no estaremos sumando al conjunto.
Así que mucho jazz, rock, metal, pop, fusión, folk, soul, rap, funk, bossa, bolero y lo que os guste a cada uno.
Saludos a todos y buen fin de semana.
Abel