1. Acompañamiento: tanto armónico como rítmico. Tonos guía con una tensión y dos tensiones (voicings sin root), V-I por todo el mástil; II-V-I por todo el mástil, inversiones verticales y horizontales, tres formas por acorde, cuatro formas por acorde, Slash chord, algunas disposiciones de drop, ritmo Charleston con articulación corta y larga, ataques anticipados y retrasados y también walking bass.
2. Aplicación a standars. Me cojo tres o cuatro temas más un blues menor y otro mayor y aplico el comping ad vomitum de muchas maneras posibles.
3. Melodía. Con los mismos estándars me cojo el youtube, lo pongo al 75% o al 50% si es bebop y me las saco poquito a poco tanto en guitarra como en teclados, siempre cantadas a la vez que tocadas. Primero aprendo a cantarlas o silbarlas y luego las paso al instrumento tocando siempre con el disco puesto. He elegido un estándar interpretado por saxo, otro por trompeta y otro de piano para copiar la articulación y no anclarme solo en guitarra. Muchos ejercicios para conectar notas que salen de mi cabeza con las notas del instrumento de forma automática.
4. Impro. La dejo para el final. No quiero improvisar nada hasta que no me sepa los temas bien. Primero tocar canciones y picar piedra. Aún así intentaré improvisar primero con la voz y luego intentar pasarlo al instrumento de forma sincronizada.
5. Escuchar mucho jazz, luego un poco más y para finalizar otro poco. Intento escuchar por lo menos el mismo tiempo o más del que toco.
6. Lo último la teoría. Primero balbuceo, luego hablo y escribo, lo último y si es necesario aprendo gramática que nunca está de más. Intento entender todo lo que toco y saber por qué y como lo puedo aplicar a otros contextos o formas.
Así me voy a tirar todo el verano. Ya llevo unas semanas y se nota mucho. A ver si en septiembre ya lo puedo ir aplicando para empezar a tocar con un órgano y batería temas propios y locuras varias y alguna que otra versión modernizada de Larry Young o de Jimmy Smith. Ese es el plan.
Sigo más o menos un método de comping de Sean McGovan en Truefire que me ha gustado mucho.