Una cosa no debería influir sobre la otra pero dicho esto, a mi me influye. De normal no me preocupo excesivamente de la persona, no soy mitomano, soy más de su obra pero es cierto que una vez descubro algo que no me gusta de su persona, su obra me deja de gustar tanto.
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Por supuesto. Como en todos los ámbitos hay montones de gilipollas, pirados, falsos, imbéciles, energúmenos conocidos y no tanto que son grandes músicos y merece la pena escuchar. Comprar sus productos ya si eso, pero reconocer la buena música, o al menos la que te gusta la haga quien la haga, creo que es normal y justo, y más entre músicos. Ejemplos hay muchos y todos tendremos los nuestros.
A mi personalmente no me gusta mezclar música con personalidad, aunque he de reconocer que en alguna ocasión puede influir conocer algo que no te guste de un artista a la hora de evaluar su obra, es casi inevitable...pero en principio yo no dejaré de escuchar la música que me gusta porque fulano haya hecho algo que no es de mi agrado o tenga un ideal opuesto al mío. Podría poner algún ejemplo,pero prefiero no hacerlo para que el debate no se centre en demonizar a ningún artista en concreto. Si su música me gusta...la seguiré escuchando, a no ser que hablemos de hechos realmente graves y que inevitablemente me produzcan tal repulsión que hagan que escuchar su música sea una mala experiencia.
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Yo creo que es psicológicamente imposible diferenciar del todo entre ambos.
Tenemos una percepción del artista a partir de su propia obra, eso es indudable, pero también a través de pequeños detalles de su persona. Lo ideal sería no conocer en absoluto al artista de modo que podamos evaluar una obra por sí misma, pero en cuanto esa persona es conocida se producen interferencias.
Nos pasa con todos los artistas, quienes te caen mejor o peor (indudablemente es una imagen que proyectan como persona que nada tiene que ver con su obra), o aquellos de quienes tienes cierta opinión como "trabajadores", "incorrectos", "subversivos" etc.
En el sXX se empezó a vender al imagen de las personas, entrevistas, fotos, prensa etc. Así como a nadie le importaba como fuera a nivel personal Stravinsky o Monet, todos tenemos muy claro el tipo de personalidad que tenían Picasso o John Lennon.
Es humano verse influenciado, inevitable en mayor o menor medida.
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Yo pensaba que me daba igual, pero resulta que no, hace un par de años, fui a ver un concierto en una sala de aquí en Valencia, era el aniversario del grupo principal e invitaba a otros grupos, vamos no pintaba mal. El concierto estuvo bien, yo la verdad es que no conocía a casi nadie de los que actuaron pero bueno me estaba divirtiendo.
Hacia el final del concierto, el cantante se quedo solo con su guitarra, y antes de cantar pues dio un discurso político para los allí presentes, tenia derecho a hacerlo?, supongo que si , pero igual que unos pocos lo jalearon, otros tantos nos fuimos y se acabo la fiesta (para algunos almenos). Desde entonces oigo un tema de ese grupo, y aunque no me disgusta, ese tío me dio asco.
Conclusión, en este caso yo no lo puedo separar.
Saludos
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#6
Pero eso es lo que decía, en este caso es normal que te afecte, porque está utilizando el escenario para transmitir sus ideas. Otra cosa es que hiciera o fuera lo que le diera la gana, pero al subirse al escenario, tocara y ya está.
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#7
Si pero hay muchos casos en que las simpatias políticas del grupo son inheretes al grupo. Es decir, que una razón por la que te gusta es por las letras de sus temas que conllevan una ideologia. No quiero nombrar grupos pero es fácil dar con ejemplos. El problema es cuando te enterás de que este piensa, hace o dice algo que tú no podías sospechar o un dia te pone a leer las letras que nunca te lo habías planteado y dices "NOOOOO" y a partir de ahi nada vuelve a ser lo mismo.
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#8 en mi caso no tenia una idea previa, y creo que muchos de los allí presentes tampoco, se enrareció el ambiente mucho, incluso parte del publico (que tampoco era tanto), comenzó a increparse, total que unos cuantos nos largamos. Esta claro que otras veces sabes a lo que vas, pero el tío para mi no estuvo afortunado.
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Una cosa es que un artista tenga unas ideas políticas determinadas y no se esconda, siempre y cuando su obra no sea un panfleto constante. Otra, bien distinta, es saber que un artista es un pedófilo o un asesino o un nazi. Esas cosas no tienen perdón posible.
Es decir: cualquiera puede disfrutar de la obra de Borges con independencia de sus ideas que, como no puede ser de otro modo, cambiaron con el paso del tiempo.
Cualquiera puede, con la sensibilidad adecuada, disfrutar de la obra de Robert Wyatt a pesar de sus múltiples guiños, más o menos explícitos, al comunismo pues en su obra domina un humanismo universal.
Solemos pensar que un artista es político en función de lo explícito de su mensaje y eso es un error. Es mucho más influyente la forma de narrar el mundo de un reggaetonero (pocas cosas hay más políticas que la dictadura del hedonismo, la riqueza material y el placer egoísta) que mil mítings de Fugazi o Henry Rollins o Negu Gorriak. E infinitamente más destructivas.
Después está Loquillo...
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A nivel de crítica se debería valorar la obra por sí misma. No leeríamos a los clásicos grecolatinos por pederastas o esclavistas o no se tendría a Ezra Pound como uno de los poetas más importantes del siglo XX, probablemente el más influyente, por ser un fascista convencido y estar como unas maracas
Como consumidores -coetáneos- es más difícil separar la biografía de la obra y más en el mundo de la música popular, donde todo está más imbricado: la imagen, la pose, la performance en directo etc, es inseparable de la obra. Las distintas "maścaras" de Bowie, por ejemplo
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Hay muchos artistas que "venden" todo junto.
A mi me gusta saber como viven, me descojono con las barbaridades que hicieron o lo sencillos que son. Muchos lo reflejan en lo que hacen de cara al público y me influye, claro.
Pero si hay algún caso que me gusta su música, el tipo es un hijo de pe**a de cadena perpetua y cuando le escucho me chirría un poco.
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