Aviso: ladrillo incoming.
Volviendo un poco a lo que se está comentando en el hilo sobre la formación, plazos, profesionalidad y demás, hablaré desde mi propia experiencia.
Me dedico a la luthería de forma profesional desde hace unos 6 años, si no recuerdo mal, que soy un paquete para las fechas. Cuando me dio por ahí lo primerísimo que hice fue formarme. Estuve 2 años estudiando luthería en la escuela de Artes y Oficios de Vigo. El segundo año lo compaginé con mis primeros trabajos profesionales que consistían casi por completo en ajustes, encolados sencillos en instrumentos acústicos y poco más.
Esa formación vale oro para mi, aprendí como es una madera por dentro y como usar tanto herramientas de carpintería como herramientas especializadas en luthería. Sin embargo nadie te enseña a reparar cosas o a fabricar tus propias herramientas, cosa fundamental en este oficio, porque muchas de las que hay son o bien muy caras o no son todo lo específicas que necesitas. Y parece de coña, pero un luthier necesita una enorme cantidad de herramientas, así que saber hacer al menos algunas de ellas te ahorra una buena pasta.
Poco a poco van surgiendo nuevos trabajos con los que consigues más experiencia y sobre todo prestigio, esto es muy importante. El cliente siempre y repito, SIEMPRE tiene que quedar completamente satisfecho. En su momento rechacé trabajos que consideré que no tenía suficiente nivel para hacer a la perfección y seguidamente me preocupé de replicar esos trabajos en mis guitarras o en instrumentos que fui adquiriendo para cacharrear. De este modo aprendí a hacer retrasteos, encolados difíciles, cambios de puente en guitarras clásicas o acústicas, barnizados a nitro, etc, es decir, palabras mayores.
Seguí formándome con maestros luthieres tanto en cursos online como presencialmente, sobre todo en la construcción de guitarras clásicas, técnicas de barnizado, etc. Algunos de estos maestros los hay en España y otros fuera. He de decir que estos cursos son caros pero son una inversión de futuro, bajo mi punto de vista es fundamental formarse de forma continuada para no estancarse y seguir mejorando siempre.
A pesar de esto, el aprendizaje es sumamente complejo en este trabajo por tres motivos, no hay una formación reglada, la que hay está muy orientada a construcción y casi no hay formación en reparaciones. Éstas son las que dan más trabajo y son más complejas, ninguna reparación es igual y a veces tienes que darle mil vueltas a un problema para buscarle solución.
Desde que empecé hasta ahora, el abanico de trabajos que puedo realizar se amplió enormemente y actualmente va desde ajustes básicos a construcción de guitarras clásicas, pasando por reparaciones "extremas" y construcción de instrumentos eléctricos.
En cuanto a lo que se comenta por ahí de los plazos, procuro dar plazos orientativos y también procuro cumplirlos. A veces surgen problemas que no puedes evitar, se te rompe tal herramienta, tienes que encargar tal pieza que no da llegado porque no hay stock o cosas así. Pero un retraso en la entrega siempre tiene que estar justificado. A nadie le preocupa un pequeño retraso y mucho menos si hablas con el cliente, le mandas fotos del proceso, etc, pero conozco casos de verdaderas columpiadas, entregar un instrumento con 1 año de retraso con respecto al plazo acordado o cosas por el estilo.
Si das un plazo hay que cumplirlo en la medida de lo posible, para eso hay que ser realista y dar un plazo que sepas que puedes cumplir. Incumplir plazos, bajo mi punto de vista es un síntoma de falta de planificación y esto además no es bueno para el resultado final, porque planificar bien implica trabajar bien, sin cometer fallos y haciendo las cosas con calma y un orden lógico.
He de comentar que me han rechazado trabajos por los plazos, pero prefiero esto y entregar un instrumento perfecto que dar un plazo breve por captar un cliente, trabajar con prisas y no ser capaz siquiera de cumplir los tiempos. Esto sirve tanto para construcción como para reparaciones.
Que te vaya bien en este oficio depende de la confianza que los clientes depositan en ti. Yo no sé venderme, puedo ser muy soso y cortante con las personas que no conozco, no tengo un carácter precisamente encantador como tiene mucha gente así que dejo que mi trabajo hable por mi.
Este es un camino muy lento, muy progresivo y hay que tener en cuenta que es extremadamente difícil que los músicos confíen en tu trabajo y muy facil perder todo el prestigio acumulado de un plumazo, así que ante todo hay que ser profesional y ser serio con los clientes. Si un trabajo no lo puedes hacer perfecto, no lo hagas y si comentes un fallo, comunícalo, nadie es Dios y todos podemos errar, todo el mundo lo entiende, pero tienes que ser transparente y poner de tu parte para enmendar el error.
Esta es mi experiencia personal, probablemente otros luthieres tengan opiniones muy diferentes.
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