ABusLux escribió:En cuanto a otros comentarios de este hilo, bueno, llegamos a la conclusión habitual de que aquellos que no comulgan con lo que diga la prensa de izquierdas, automáticamente se convierten en fascistas o numerarios de fuerza nueva o de manos limpias - vamos, y si encima osan votar algo que no sea PSOE o IU, ya van para camisas azules, o peor aún, ¡Peperos!. Pues vale, así nos va. Sigamos mirando el mundo a través de nuestras viejas gafas 3D, con su celofán rojo y su celofán azul, que mientras tanto los que se encargan de teñir todo de esos dos colores se lo llevan bien calentito.
Abus, el problema gravísimo, pero gravísimo que tiene este país (que ya comenté), y que a mi juicio es origen de que sigamos sin tener muchísimas cosas sin resolver, es que la Ultraderecha funcional está cobijada por un partido, cosa de la que bien se encargó el señor Fraga, esencialmente para salvar su propio culo de los "por si acasos".
La gente cuando escucha y ve las burradas de Intereconomía no piensa en Falangistas, sino en Peperos. Entre otras porque ya se encargan los propios Fascistas de liar al personal de dentro y de fuera, diciendo que no lo son, que son gente de Derechas. Esto siguiendo el ejemplo de algunos, como por ejemplo el del propio y mentado creador del partido: "Liberal y Centroderechista" dice la wiki. Los cojones.
El PSOE está plagado de chorizos hipócritas y de socialseñoritos. IU de anarcas y perroflauticos. El problema esencial es que las ovejas negras del PP son Fascistas. Yo creo que todos sabemos las diferencias que hay entre unos y otros.
El PP está lleno de gente buena, de una mayoría inmensa de Demócratas, pero resulta que tiene un cáncer maligno heredado del propio fin de la fundación del partido, un cáncer con un poder importantísimo, y con una capacidad de manipulación espectacular (la inherente a los cobardes y la mala gente). Un cáncer que confunde a diestro y siniestro, a los de al lado y a los de enfrente, y que como resulta que ese cáncer lleva camiseta azul, y NO la de los yugos y las flechas, cuando la lían, los de enfrente (y los de al lado) lo que están viendo es una camiseta azul; ni yugos, ni flechas.
Si en un festival, el tio que tengo al lado le tira un ladrillo al cantante, lo subo a ostias al escenario: 1º por gilipollas, y 2º por mi y por la gente que está conmigo: ser un cabrón da asco, pero que te confundan con uno, es tristísimo.